Cuando fije su pie derecho en el stance, asegúrese de que experimenta usted una fácil soltura, pero no flojedad, desde la parte inferior de las piernas hasta las caderas. Si echa esto en olvido, se le puede trabar la cadera derecha y lanzar un slice tremebundo, porque la cadera rígida lo obligará a seguir con el palo una trayectoria desde la parte exterior de la línea del vuelo deseado hacia adentro de la pelota y a través de ella.

En su posición de stance, la situación de la pelota con relación a los pies resulta, por supuesto, importante; pero no es tan primariamente importante como la distribución del peso de su cuerpo. Más o menos el noventa porciento de todos los golfistas arrastran sus tiros porque no han pensado en cómo distribuir el peso de su cuerpo.

Al colocarse para el drive, necesita experimentar la sensación de que algo así como el sesenta porciento de su peso está siendo apoyado en su pie derecho. En cualquier otro tiro, cuando la pelota deberá ser golpeada con el impacto de arriba para abajo, o en la parte más inferior del arco del swing, deberá usted experimentar la sensación, en el addres, que aproximadamente el sesenta porciento de su cuerpo se apoya en el pie izquierdo.

La cifra del sesenta porciento es arbitraria. Lo que se debe lograr es tener la sensación perfectamente perceptible de mayor peso en el pie derecho, al colocarse para el drive y de mayor peso en el pie izquierdo para los otros tiros.

Para nada necesitará usted preocuparse respecto a la distribución de su peso durante todo el resto del swing, si ha adoptado usted en un principio el stance correcto se ha conservado en equilibrio no petrificado y ha permitido que sus pies trabajen sobre el suelo con libertad, pero siempre con apoyo seguro.